El Aspe, con su imponente silueta, se eleva majestuoso en las primeras horas del día, envuelto en la serenidad del amanecer. Su cumbre nevada reluce bajo la suave luz del sol, mientras que sus paredes rocosas parecen desafiar el invierno.
Acuarela que captura un momento de transición, donde la naturaleza se despierta en calma, ofreciendo una efímera visión de su grandeza y belleza inalterada.
Papel Arcos 100% algodón, 300g/m2